Aníbal
Considerado como uno de los más grandes generales de todos los tiempos, aquel que con sus brillantes estratégias puso al borde del colapso a la gran Roma; la historia de Aníbal es tán sorprendente que no pareciera real pero sin duda lo fué y es hasta nuestros días su campaña en Roma punto de referencia para estrategas militares en todo el mundo.
Aníbal nació en Cártago (la actual Tunéz) por el año 248 a.C., su padre Hamilcar Barca ya había peleado contra los romanos aproximadamente 20 años antes en la Primera Guerra Púnica de cuya derrota resultó la perdida del dominio cartaginés en Sicilia.
La historia cuenta que el resentimiento de Hamilcar por Roma era tal, que hizo jurar a sus hijos (entre ellos Aníbal por supuesto) que siempre serían enemigos de Roma.
Aníbal creció y Cartago emprendió la conquista de Iberia (la actual España), aunque sólo la parte sur de la península ya que la norte era dominada por Roma. Para ese entonces, ya era el comandante en jefe de los ejercitos cartagineses y no pasó mucho tiempo para que las tensiones entre antiguos rivales (en parte provocadas por el mismo Aníbal) desencadenara en la Segunda Guerra Púnica.
La Invasión a Italia
En la Primera Guerra Punica, la estrategia de Roma para vencer a Cártago fué invadirlos; despues de todo para cualquier ejército defensor es muy díficil seguir manteniendo una guerra ante la existencia de victimas civiles, infraestructura destruída ó abastecimiento insuficiente en su propio país (sin mencionar las presiones políticas).
Como parte de su plan para vencer a Roma, Aníbal deseaba hacer la guerra en sus territorios; para esto existía una opción, invadirla por mar sin embargo, en esos tiempos los romanos poseían la flota más poderosa del Mediterráneo a la que Cártago no podía hacerle par. Esto es lo que pensaron los generales romanos cuando fueron en su búsqueda a Iberia.
Sin embargo Anibal hizo lo que nadie esperó y este hecho fue tan audaz que cuando se le trató de detener ya era demasiado tarde. Él y su ejercito conformado por aproximadamente 92,000 hombres (y algunos elefantes) partió por tierra hacia Italia, bordeando el territorio de Iberia y la Galia (la actual Francia) incluso llegando a enfrentar a algunas tribus bárbaras las cuales fueron rápidamente derrotadas. Un viaje de poco más de siete meses cuyo último gran obstaculo Los Alpes, hizo que Anibal perdiera a gran parte de su ejército. Dadas las condiciones tan adversas para aquellos soldados (hombres de distintos orígenes pero en su mayoría africanos) muchos de ellos perecieron o desertaron. A su llegada a Italia, los ejercitos de Ánibal habían llegado diezmados, cansados y desmoralizados después de tan largo viaje; al menos así lo suponían sus enemigos. De nuevo se equivocaban.
La Batalla de Trebia
La primera batalla importante de Anibal desde su llegada a Italia fue cercana al río Trebia, aquí enfrento a su contraparte Publius Cornelius Scipio quien fue encomendado en la tarea de detener su avance antes de convertirse en una seria amenaza para Roma.
Lo que a continuación muestro es la disposición en el campo de batalla de las tropas de Aníbal y Scipio:
En las batallas convencionales la caballería sirve tanto de propósitos tácticos como de defensa al ejercito, es por eso que se situaban siempre a los flancos de este. La caballería proporciona la movilidad necesaria para flanquear y si es posible a llegar hasta la retaguardia del contrincante, además de que los jinetes por encontrarse a una mayor distancia del suelo que la infanteria enemiga, tienen una mejor posición para atacarles.
Fuente Wikipedia
Como un sello característico de su campaña contra Roma, Anibal buscó la confrontación directa y ya que los romanos se sentían agraviados por tener a un cartaginés(1) en su territorio, no había mejor motivo para que esta se diera. Conociendo esta situación, su hermano Mago Barca cruzó el Trebia con la intención de provocar a los romanos y estos al suponer que obtendrían una victoria rápida, lo persiguieron, colocándose justo donde Anibal los quería, a la espalda del río y al acecho de un destacamento de caballería que llegado el momento, daría el tiro de gracia. La trampa estaba puesta.
La caballería de Anibal ademas de ser superior en número y destreza que la de Scipio; contaba con elefantes, los cuales causarón estragos al embestir sobre la infantería romana sin alguien que pudiera hacer algo por detenerlos, esto provoco la retirada de una buena parte de sus efectivos sin mencionar el efecto desmoralizador de todo el ejercito al ser atacados por estos animales. Muchos de ellos se ahogaron cruzando el Trebia tratando de escapar.
Esta victoria aunque ciertamente pequeña en comparación con lo que le mas tarde se vendría, fué de gran ayuda a Anibal para levantar la moral de su ejército y para que tribus enemigas de Roma se le unieran y pudieran reforzar a su diezmado ejército.
Después de esta primera derrota, los romanos reconocieron haber subestimado la capacidad de Ánibal (y como los excelentes políticos que eran) sabían que una victoria como esta, elevaría la moral del ejército invasor y provocaría que muchas de las tribus enemigas de Roma se unieran a Aníbal, así que no tardaron en armar un segundo ejército y atacarlo de nuevo. Estaban convencidos que en esta ocasión no fallarían.
Continuará...
(1) Como había comentado antes los Roma y Cartágo habían compartido una historia de mutua enemistad.
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