Hace 40 años...


Hace mas o menos cuarenta años la humanidad llegó a uno de los momentos más definitorios de su historia, momentos como la invención de la imprenta o la máquina de vapor. El 20 de julio de 1969 el ser humano finalmente pisó la superficie lunar.

Con respecto a esto y si no han tenido la oportunidad, les recomiendo ampliamente que vean la película 2001 Space Odyssey dirigida por Stanley Kubrick. Filmada en 1968, presenta una visión que muchos compartían en aquel entonces acerca de cómo sería la humanidad en el año 2001 (viajes a otros planetas, computadoras inteligentes, etc.). No creo que en aquel entonces haya sido fantasear demasiado, después de todo lo más difícil era llegar a la luna. Algo que finalmente se logró.

Eventos como este nos llenan de optimismo y nos permiten pensar en un antes y después; donde este momento se convierte en el parte aguas que nos hace vislumbrar un futuro radicalmente diferente y por supuesto, mejor.

Comparando el futuro expuesto por esta película (correctamente dicho, por la novela en la que se basó escrita por Arthur C. Clark) y nuestro presente actual, me resulta difícil creer que avances científicos "sencillos" en comparación, tales como producir un automóvil 100% ecológico y de uso generalizado, aun no se hayan dado.

Y esto se debe a que en nuestros días, la ciencia ha dejado de ser un sinónimo de beneficio social para convertirse sólo en uno de ganancia económica. Solo aquellos gobiernos o empresas con el capital suficiente son los que pueden invertir en la investigación y desarrollo. El problema al asociar la ciencia al dinero radica en que ya no se hace ciencia por los motivos que hicieron a los grandes científicos de la humanidad pasar a la historia.

Un ejemplo de estos grandes científicos es James Watt, cuyo trabajo en la máquina de vapor permitieron el nacimiento de la Revolución Industrial. Leyendo un poco su biografía me percato que no era una persona adinerada y que en realidad no inventó la máquina de vapor pero las mejoras que aportó la hicieron mucho mas eficiente. Por lo que he investigado, tan solo asumo que esta contribución se originó mas por su pasión a la ciencia que por la posible remuneración económica que de esta obtendría.

También descubro que perteneció a un grupo llamado Lunar Society, donde prominentes industriales, filósofos e intelectuales se reunían entre 1765 y 1813 durante las noches de luna llena (aprovechando que la luz de luna hacia los regresos a casa más seguros). Los miembros de este grupo se hacían llamar "lunáticos. Me pregunto si alguno de esos lunáticos se imaginó que el hombre pudiera llegar alguna vez a al luna...

Orden y Caos


Durante el tiempo en el que estudie la maestría (sistemas de calidad), tuve la oportunidad de conocer distintas metodologías o practicas que permiten medir, pronosticar e inclusive mejorar la calidad de un producto o proceso.

Un factor que siempre habíamos de tener en consideración era el azar; la calidad de un proceso no podría ser 100% perfecta porque siempre algún factor no identificable alteraría el sistema produciendo resultados impredecibles.

Quizás lo más frustrante desde el punto de vista de la calidad es que el azar no puede ser del todo eliminado aunque si mitigado. El azar (o para propósitos de este ensayo "caos") esta en todas partes y puede manifestarse de innumerables maneras, es posible incluso producirlo a voluntad pero al hacerlo nunca jamás obtendremos los mismos resultados.

Dejando de lado un poco la calidad y concentrándonos en este "ente" que la afecta, solo es necesario salir un momento a la calle y observar a las ramas de los arboles siendo movidas por el viento (algo que en efecto hice al escribir este ensayo). ¿Que dicta la dirección que toma una rama con respecto a la otra? Sin duda al adentrarnos a aspectos mas técnicos como la dirección o velocidad del viento, el tamaño y peso de cada rama, etc., podríamos encontrar cierta explicación, pero tarde o temprano llegaremos a un punto en donde no podrá ser posible dar con la variable última que permita medir y sobretodo reproducir (como si de una fórmula se tratase) este evento, por lo que tendremos que concluir que hay cierto grado de aleatoriedad en él.

El caos es sin duda una constante presente en el universo.

Y aunque presente, el universo no se ve gobernado por el caos, existen también muchos fenómenos naturales que nos hacen ver y estar conscientes de la existencia de su antítesis: El orden. Y para esto quizás debamos referirnos a los movimientos terrestres. El movimiento de rotación es un fenómeno que da a cada cara de la tierra la cantidad justa de luz y calor, solo la necesaria para evitar que un lado se cocine mientras que el otro se congele. Lo mismo sucede con el movimiento de translación; en su órbita alrededor del sol la tierra nunca queda tan cerca de éste para cocinarse o tan lejos para congelarse (aunque otros planetas no corran con esa misma suerte).
A diferencia del caos, el orden sugeriría a quien lo observa la existencia de alguna clase de planeación o diseño que no pudiera dejarse a la mera casualidad. Esto nos lleva a una discusión mas del índole filosófica e incluso religiosa que rebasan los propósitos de este ensayo (sin embargo la comento como una idea que pueda usar en posteriores posts).

Pero tal como lo sugieren las filosofías orientales, el orden y caos coexisten en el universo y ambos se complementan. Sin embargo el caos puede crecer y desarrollarse de encontrar el ambiente en donde no haya las reglas o los mecanismos que actúen como su contrapeso. Aquí asumo que el orden necesita cierta clase de diseño, planeación o imposición (por lo que no puede crearse a sí mismo)

Creo que hay fenómenos o eventos (la vida personal, un proyecto, una empresa, un país) que debieran funcionar con orden pero parecieran haber colapsado dentro del caos; cada uno de nosotros como actor dentro de ellos, tenemos algún grado de responsabilidad. Para empezar a hacer un cambio podemos incorporar algo de orden a nuestra vida, quizás empezar en lo profesional sea suficiente (en el campo del desarrollo de software contamos con metodologías, procedimientos, mejores practicas, etc.) o se decida ir mas allá e incorporar el orden en otros aspectos mas personales. Como idea creo que vivir con base en distinguir que es lo correcto/incorrecto y actuar en congruencia con eso, es un buen comienzo.