La nota principal de los últimos días y por la que seguramente pasará el año 2009 a la (de por sí accidentada) historia de México, es la noticia acerca del brote de Influenza que inicialmente sacudió al DF y Estado de México y que se esparció por algunos otros estados de la república.
No soy conocedor ni mucho menos en materias médicas, pero no se que tanto nos pueda proteger un cubre bocas (que por cierto es desechable y después del primer uso debería tirarse) si vivimos en calles tremendamente insalubres y en donde es práctica común hacer de las aceras auténticos tiraderos de basura.
Creo que el problema se reduce básicamente al como entendemos el riesgo....
En un estudio realizado por el INEGI (Instituto Nacional de Geografía e Informática) en México en el 2005 se presentaron en México aproximadamente 452,200 accidentes de tránsito de los cuales por cierto el 17.25% se dieron en Nuevo León (estado en donde vivo, convirtiéndolo en el número 1 en este rubro). De este número total de accidentes hubo aproximadamente 4,400 fatalidades.
Aún así conociendo estas cifras, no creo que esto nos vaya a quitar el sueño principalmente porque suponemos que el conducir un vehículo es algo que esta bajo nuestro control (aunque los despiadados números nos indiquen lo contrario), sin embargo no se han hecho esfuerzos significativos por penalizar el exceso de velocidad en las calles u obligar el uso del cinturón de seguridad (sólo por mencionar algunos ejemplos)
En el ámbito internacional otro claro ejemplo de esto es el terrorismo. La cifra de ciudadanos norteamericanos fallecidos en un ataque terrorista desde el 2001 es simplemente insignificante contra los fallecidos por concepto de enfermedades asociadas a la obesidad en aquel país. Sin embargo la cantidad de recursos económicos destinados a combatir el terrorismo es diametralemente opuesta.
Sin ser desconsiderado con la gente que pudiera haber padecido por la influenza, creo que hay que tomar las cosas con un poco de más calma y no creer ciegamente todo lo que vemos y escuchamos. Ya ven, nos dijeron que la crisis economica en Mexico era un simple catarrito y se equivocaron.
La precaución y el cuidado de nuestros gobernantes por su pueblo no ha dejado lugar a dudas y empezaron por no arriesgar al estudiantado mexicano dándoles dos semanotas de descanso. No esta demás el mencionar la prohibición de servir comida en restaurantes y otras medidas que han afectado seriamente la de por sí frágil economía. (después de todo mejor es mejor prevenir que lamentar)
Lo que yo lamento de todo esto no es precisamente la disminución en la carga vehícular o que las calles ahora están más tranquilas; sino confirmar que somos víctimas de la histeria que probablemente sirve para desviar la atención pública de otros sucesos importantes de la vida nacional. Adjunto algunos ejemplos de lo que hablo:
La planta de GM en Silao, Guanajuato cerrará por 2 meses afectando a 3,000 trabajadores, la nota aquí
Senado aprueba portar droga para autoconsumo, la nota aquí
La actividad económica de México sufre su mayor caída en una década, la nota aquí
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